sábado, 27 de julio de 2013

Confesiones de Lucifer

Estaba tan borracho que cuando desperté no sabía dónde mierda estaba, mis ojos se abrieron lentamente, como tratando de buscar en mi memoria que había hecho ayer, pero el ayer era una especie de cuadros en negro, con pocas imágenes, la culpa no existía, porque no habían recuerdos.

Mi boca estaba reseca, como si me hubiese fumado las penas y las alegrías, y mi mirada borrosa se iba aclarando, las lagañas tapaban mis ojos y mi aliento a vino barato era tan malo o peor que la resaca que tenía, las rejas, la cama sin sábanas ni frazadas y el frío, estaba en la celda, llamé al oficial pero no contestó
.
Escuché una vos en el fondo

-    Déjalo, están durmiendo a pata suelta, hasta las 7 y tanto recién te darán bola, es la hora en que se produce el cambio de guardia, al menos es con este, cuando está el gordo se pone a ver porno.

No me había dado cuenta de que había alguien, pero tampoco me había dado cuenta de que por borracho me metieron en una celda, le pregunté

-    ¿Sabes cómo llegué?

Sí, me dijo, estuviste vomitando dos horas en el baño, al parecer te pusiste a pelear en el bar porque no te querían vender más alcohol y tampoco tenías con qué pagar

La puta madre, pensé y ahora como mierda me voy…

-    Tendrás que pasar tres días en esta celda con olor a orines, no hay otra manera

Me asusté, era como si me leyera la mente, pensé

-    Disculpa, no nos hemos presentado, mi nombre es lucifer.

Me dio un miedo que me meaba, no por el nombre de mierda que le hayan puesto sus padres, sino, porque el hijo de puta era como si leyera mi mente.

-    Soy miguel, mucho gusto, supongo

Hace tiempo que no nos veiamos Miguel, en realidad compartimos el mismo padre y te quería hablar sobre eso

Pensé, mi padre era una hijo de puta, de seguro que tuvo muchos hijos, cojones, si ni siquiera yo le conocí

-    Ah dije, no sabía que el inútil tenía...

Me interrumpió

Sé que suena a frase cliche de película independiente sin presupuesto, pero soy lo que llaman el diablo

Suerte la mía, me encontré con el diablo en una celda, de seguro comparte mi afición a las bebidas

Estoy acá por el maldito destino me dijo, vengo a confesarme

Le pregunté - ¿por qué conmigo?, ¿tengo pinta de sacerdote?

Me dijo- Porque eres un escritor, de mala calaña que escribe demasiado sobre el alcohol, pero quizas en su locura crean en tu verdad, porque solo los locos están tan locos como para decir la verdad en un mundo de mentiras.

No entendía un carajo, pero asentí, total había tiempo, me dio un papel y me dijo que lo junte con otros fragmentos que el dejaría a otros tipos como yo.

El papel decía así

“Han tratado de que pagué por sus culpas, diciendo que soy el culpable de cuanto mal aparece en la tierra, nunca quise ser malo y nunca lo he sido, fui un revolucionario, que como todo hombre fiel a sus ideales paga con su vida y con la historia al ser el perdedor, porque la correlación de fuerzas era irrisoriamente desigual, ellos tenían el poder, de decir la verdad por la mentira, me siguen culpando, es una estupidez, creer que soy el culpable, el culpable del hambre y de la miseria, el culpable de las guerras y de la maldad del hombre.

Fui un soldado en el reino de dios, pero las órdenes de este ser malévolo me abandonaron antes de ejecutarlas, allá estaba Adan y Eva, tan ignorantes, tan ciegos de la belleza que les rodeaba, estaban por estar, no por vivir, como las mascotas de este maldito ser que culpa a su creación de sus propios errores, la serpiente del conocimiento, de la sabiduría solo me ayudó, cuál fue su error?, ¿demostrarle a esos hombres el fruto de la tecnología?, ¿el fruto del conocimiento? ¿Hacerle entender que no eran más libres que un pájaro enjaulado?, ¿sin el derecho a revelarse?, ¿Ha conocer el mundo?, ¿a entender su alrededor? ¿Ha ser prisionero de tus caprichos?

Si yo solo quería hacerles ver que estar desnudos no era un pecado, así es como llegaron al mundo, hacerles ver que no tienen por qué vivir por vivir, que si no hay una razón, hay que buscarla, porque estaban ciegos, nunca estuvieron en tu reino, egocéntrico hijo de puta que te hacer llamar dios, que castigas a los hombres por tus propios errores, que osas achacarme la culpa, por mostrarle la libertad a quien se la has quitado, a cuántas personas has matado, para hacerte demostrar como un ser todo poderoso?,  ¿millones y para qué?, ¿nos divides y nos enseñas el odio y sin embargo aquí estoy yo, expulsado de tu ejército de mercenarios al servicio de tus egoístas deseos, si los conocías, a los humanos digo, sabiendo lo que les haz hecho, enviaste a tu hijo, a sufrir esos tormentas, maldito enfermo que te regocijas con la sangre y con el sufrimiento, pero AH!, es mi culpa, cuando no he hecho nada más que revelar la verdad, cuando tú la disfrazabas de mentira, le di libertad a los hombres!, le di la vida! Y tú que hiciste de ellos?, un experimento para creerte más grande de lo que dices ser, si eres un enfermo jugando a los dardos con el destino de la humanidad, si tu gobierno del terror es extendido por esos demonios con sotana, que le roban a los pobres, que violan y matan a aquellos que no piensen como tú les has enseñado a pensar”

Cuando terminé de leer, levanté mi cabeza, más confundido que nunca, no había nadie, pensé que sería las visiones propias de un alcoholismo terminal, pero el papel ese, el papel no tenía sentido, cuando me acuerdo de eso, pienso que quizás lo escribí yo, pero fue tan real…

Cuando llegó el cambio de turno, pregunté por mi compañero de celda y el policía me dijo, que los lunes cae poca gente en este sector y que todo el tiempo estuve solo.

Quedé en silencio y mi mente tuvo un pensamiento fugaz, necesito un whisky con dos hielos
Novelas de amor que no tienen nada de amor

Sonaba Pink Floyd, decían que la manera correcta de escucharlo era con una cerveza, relajado y que todo importe un carajo, pero no, miguel se sentía culpable, sentía que ella lo estaba arrastrando hasta la locura, la miró fijamente y seguro de lo que sus palabras dirían, le dijo

 - Querida, creo que no nos debemos seguir viendo

 Solo se escuchaba “wish you were here”

- Es que me estás matando, ¿qué quieres de mí?, si tan solo respondieras alguna vez y esto no fuera un puto monólogo, te amo, sí, es verdad, te necesito, pero el amor no se diferencia de un buen polvo, digo, la única diferencia es que no hay compromiso, pero hay millones más, porque amarte solo a ti, digo, si puedo enamorarme de otras, tú me haces mal, porque está obsesión no es de ninguna manera positiva

Ahora sonaba “We Dont Need No Education”, solo eso

 - Mierda, sé que no debo volver a tomarte, al carajo, supongo que debo hacer lo que me gusta, no lo que el resto quiera, a quien mierda le importa el resto, todos demasiado desocupados se dedican a hablar de la vida del resto, que prendan un reallity, que yo voy por las mías

En fin, la tomó, se la sirvió en un vaso y siguió bebiendo, suspiró, dijo, supongo, que esta noche seremos otra vez tú y yo.

 - Siguió sonando Pink Floyd.